Política

 martes 29 de diciembre de 2015

 

Pablo Emilio Cepeda Novoa, se convirtió en el décimo alcalde de Tunja por elección popular

Foto: Pascual Ibagué, boyacaradio.com. Darlin Bejarano, Alcaldía de Tunja.

Nuevo mandatario se posesionó esta tarde ante el Notario de Cuarto de la capital boyacense, Julio Alberto Corredor, en la Iglesia de San Ignacio.

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INTERVENCIÓN DE PABLO EMILIO CEPEDA NOVOA EN EL ACTO DE SU POSESIÓN COMO ALCALDE DE TUNJA

Diciembre 29 de 2015

Estoy agradecido con Dios por su bendición de permitirme cumplir el sueño de servir a esta, la ciudad de mis afectos. También lo estoy con el pueblo tunjano por su decisión de acoger mi programa de gobierno y darme la oportunidad de regir sus destinos durante los próximos cuatro años.

Hace unos momentos he jurado cumplir fiel y lealmente las funciones de Alcalde de Tunja. Igualmente, he recibido de manos del alcalde saliente, Fernando Flórez, la Banda que me honra y distingue como la primera autoridad local y la condecoración Gonzalo Suárez Rendón en su máximo grado. Además, el gobernador saliente, Juan Carlos Granados Becerra, me ha impuesto la condecoración Orden de los Lanceros en el grado Collar de Oro. A estos significativos eventos de mi vida he acudido con regocijo personal y patriótico y, por supuesto, con pleno convencimiento de la responsabilidad adquirida.

A todos ustedes, gracias por haber venido a ser testigos y darme aliento para asumir tan delicada y comprometedora misión.

TUNJA: GLORIOSO PASADO


“Junza” o “Tchunza”, que en español significa “Varón prudente,” era el nombre que los Chibchas daban al Cacicato de los Zaques. Tunja es, como lo recuerda nuestro historiador Javier Ocampo López, “un pueblo de aculturación hispano-indígena, en donde sobre una construcción indígena o Hunza, se construyó un pueblo colonial hispánico o Tunja, lo cual señala sus profundas raíces históricas. Un pueblo de espíritu colonial, pero a la vez de dinámica rebeldía criolla y patriótica en la Emancipación; un pueblo verdaderamente síntesis de la Historia Nacional”.

En Tunja “el 6 de agosto de 1539 –como lo señala Rafael Salamanca Aguilera-- los fundadores no tuvieron que talar la montaña ni despejar la maleza para fijar el cuadro de una villa que venía del pasado, ataviada como las ciudades antiguas con los símbolos de la leyenda y del mito”.

Tunja, entonces, no es una ciudad intrascendente botada en una arisca topografía y azotada por gélidos vientos. Tunja tiene un glorioso pasado, riqueza cultural y acciones determinantes en la construcción de la grandeza nacional. Para querer a Tunja hay que conocerla y valorarla.

PASIÓN POR TUNJA

Mi alma y mi ser palpitan por Tunja. No lo digo como obligado cumplido. Lo expreso porque lo siento y lo he sentido siempre. Es el resultado natural de la admiración y contemplación de una cultura, un paisaje atractivo, una estirpe insigne, trabajadora e invaluable. Se deriva, igualmente, del reconocimiento de gentes con nobleza de espíritu y temperamento procero. Esa pasión por Tunja la he expresado siempre con acciones de servicio y contacto con la comunidad. A medida que esta ciudad, con arrebatador encanto, penetró todos mis sentidos, más se afianzó mi decisión de prepararme para, algún día, ser su alcalde.

Quise ser Alcalde para liderar un proceso de transformación de la ciudad con el aporte de todos los ciudadanos. Lejos de mí la ilusa creencia de poseer poderes mágicos para solucionar los complicados problemas que aquí se viven. Soy un convencido de las bondades del trabajo en equipo y de las ventajas probadas de la cultura ciudadana.

Desde luego que esa aspiración ha estado inspirada, ante todo, en el deseo de servir a los demás y en la firme creencia de que con esfuerzo, lucha y persistencia se pueden lograr propósitos a primera vista inalcanzables.

Sé que es un desafío grande el que debo enfrentar durante los próximos cuatro años. Es un compromiso que me plantea preocupaciones e incertidumbres. No obstante, siento alegría de tener la oportunidad de retarme y convertir en realidad mis esperanzas de ser efectivo liderando la actividad administrativa de la ciudad.

MI FAMILIA

Y a propósito de esta alegría que me embarga, tengo que pensar en alguien que en el más allá estará muy feliz: mi padre, mi viejito Marco.

A él le quiero decir: Papito no fueron en vano sus esfuerzos ni sus sacrificios; sus lágrimas no cayeron en terreno árido; sus privaciones no han quedado sin recompensa.

Sí papito, la Acción Comunal, a la cual usted me indujo a querer y depositó en ella ilusiones de bienestar de sus vecinos, fue para mí el taller donde comencé a construir un liderazgo y a crear conciencia sobre la necesidad de procurar sin tregua mejores horizontes de vida para nuestras gentes. Los valores sensibles, vitales, estéticos, religiosos, intelectuales y morales, como la verdad, la fortaleza, la armonía, el respeto, la tolerancia y la justicia que me inculcó, los encarné y hoy replico orgulloso y sin titubeos.

Por supuesto que la generosidad divina puso en su camino a su amada Blanquita. ¡Qué gran mujer! ¡Qué ser humano tan maravilloso¡ Su amor, entrega, sacrificio, fortaleza, capacidad de lucha, abnegación, combinados con su tierna severidad y amable disciplina, se constituyó en dulce compañera, bastión afectivo, confidente, consuelo y apoyo, sin quejas ni vacilaciones. Gracias mamita, por darme la vida, por su entrega total y por la bendición que todos los días me imparte.

Y qué decir de mis hermanos, entrañables e incomparables coequiperos: Marbel, Nancy, Nélida, Eunice, Sindy, Fernando y Carlos. Gracias por ser solidarios y generosos en todo mi trasegar.

Y a mi lado, amorosa, comprensiva e incondicional, apoyándome y animándome, ha estado Ana Isabel, mi adorable esposa. Con resolución total me ha auxiliado en mis batallas. Su lúcida inteligencia y su cariñosa ternura se han convertido en bálsamo reconfortante frente a las adversidades y apoyo incomparable en el logro de ansiadas metas.

Luis Felipe y Pablo José, mis queridos hijos, han alegrado mi vida, le han dado sentido a mis luchas y han estimulado mis propósitos. Su amor me alienta para seguir adelante. Valentina: gracias por estar conmigo.

PROGRAMA DE GOBIERNO


De otra parte, apoyado en un equipo humano valioso, por su preparación académica y su experiencia profesional, elaboré el programa de gobierno denominado “Tunja en equipo”, pensado para ser ejecutado dentro de las circunstancias del mundo de hoy.

Está construido con la convicción de que Tunja no puede seguir sumida en el pasado ni permitirse que se hunda en brechas tecnológicas que le generen exclusión social, sino que, en equipo, enfrente los desafíos que se le presenten. Se ha diseñado sin perder de vista el acelerado crecimiento de la ciudad en las últimas tres décadas. La capital de Boyacá registró un incremento poblacional muy superior al aumento poblacional nacional, hecho que ha implicado mayor demanda de servicios, infraestructura, vivienda, oportunidades de trabajo, educación, salud, sistemas de seguridad, para solo mencionar algunas de estas consecuencias.

Debo anotar que “Tunja en equipo” se concibió para ser desarrollado bajo la visión política de la prevalencia del interés general sobre el particular, aunado a la prioridad de desarrollo social, soportado en un buen aprovechamiento de las condiciones culturales y ambientales de Tunja y respaldado por la generación de nuevas oportunidades económicas. Contiene 12 políticas fundamentales que abarcan toda la actividad de la ciudad y recoge las angustias actuales, pero también el deseo de un mejor futuro.

Adicional a estas políticas se encuentran los planes de acción para atender dos compromisos extraordinarios que tendrá la ciudad durante los próximos cuatro años. Me refiero a la visita de su Santidad Francisco y a la celebración del Bicentenario de la Batalla del Puente de Boyacá. Estos serán acontecimientos en los cuales Tunja solidaria y en equipo demostrará ante el país y el mundo su capacidad de organización y su ingenio e ímpetu para salir airosa en sus responsabilidades.

Además, renuevo el compromiso de dar continuidad a todo buen programa o proyecto de los anteriores gobiernos, así como a apoyar ideas benéficas de desarrollo provenientes de las administraciones departamental o nacional. Nunca antepondré egos personales al progreso de la ciudad.

Mi propuesta es para, en equipo, transformar a Tunja. Quiero que entre todos hagamos de Tunja una ciudad más vivible y reforcemos nuestros referentes públicos de identidad.

Insisto en que iremos hacia una Tunja amable y grata para sus habitantes, pero también avanzaremos hacia una Tunja que potencie a Boyacá. Esta es la capital del departamento y desde aquí queremos impulsar el desarrollo del mismo. En consecuencia, el trabajo en equipo rebasará los límites locales. Vamos a hacer equipo por Tunja y por Boyacá con nuestro Gobernador.

Justamente al ingeniero Carlos Andrés Amaya lo saludo y resalto su contundente irrupción en la vida pública departamental y nacional. Del liderazgo estudiantil ha pasado con éxito al liderazgo político y ahora a la dirección de los destinos de Boyacá, departamento grande y definitivo en la construcción de la historia de Colombia. Desde aquí lo invito a consolidar su gestión de gobernante con obras y acciones culminantes en esta ciudad que es el cerebro y corazón de Boyacá, dada su condición de capital. Yo le ofrezco toda mi colaboración para concretar este cometido. Mi equipo de gobierno estará dispuesto a trabajar con el suyo en la elaboración y concreción de los proyectos respectivos.

EL PROCESO DE EMPALME

Ahora debo referirme al empalme institucional. Quiero dejar constancia de la buena voluntad del Alcalde y de haber encontrado la mejor disposición en todas las dependencias de la Alcaldía municipal, para que se surtiera debidamente este proceso.

Como resultado de este empalme debo decir que se evidencian de entrada retos preocupantes, uno de los cuales aparece en el sector educativo. Surge como consecuencia de la decisión nacional de recortar recursos para alimentación escolar en un monto imposible de ser asumido por el municipio. En 2015 la Nación nos aportó $3.134 millones de pesos de los recursos de alimentación que antes manejaba el ICBF y de esta misma fuente para el año 2016 sólo presupuestó $32 millones, es decir un 1% de lo anteriormente presupuestado, lo cual pone en alto riesgo la alimentación de 12.659 estudiantes. Adicionalmente, el municipio, que aportó $2.700 millones, tiene presupuestado para 2016 sólo $900 millones. Hoy, el asunto es definir, con tan escaso recurso, cuáles son los pocos alumnos que se pueden seguir atendiendo.

Otro reto de entrada es el de darle seguimiento al proceso de diseño y construcción de la sede del Hospital local de Tunja en su primera etapa. Existe el contrato 002 de 2011 por valor de $1.905 millones, el cual ha sido suspendido en múltiples ocasiones y a la fecha la única ejecución es la correspondiente a los diseños que están en proceso de aprobación por parte de la Curaduría Urbana. Está además el convenio 058 de junio 23 de 2015, mediante el cual el municipio transfiere a la ESE $2.602 millones para financiar la construcción de la primera etapa de la obra. Este convenio vence el 31 de diciembre de 2015 y a la fecha no se ha iniciado proceso contractual. Se estima que estos recursos son una quinta parte del costo de obra y luego se requiere otro tanto para dotación.

















Fuente: BOYACARADIO.COM

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