Cultura

 lunes 06 de junio de 2022

 

Al vinagre, desde luego, en cada región, municipio o familia, le dan sus toques personales

Foto: Twitter. BRPrensa Digital - Angie Sánchez

El futbolista Luis Díaz descansa por estos días en Barrancas, su tierra natal, y el periodista Álvaro Álvarez fue a visitarlo a su casa, donde estaba reunido con su familia.

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El papá del periodista quería conocer al ídolo personalmente y le llevó un obsequio, apreciado por la cultura guajira y que sólo se les brinda a los amigos: vinagre.

El jugador tan pronto los vio los saludó y emocionado le dijo al padre del comunicador: “Un abrazo mi hermano”
Y se confundieron en un prolongado apretón que se da entre un ídolo y un seguidor.

--“El mejor jugador del mundo, Lucho. Qué placer tenerte en mis brazos”.
--Gracias por ese apoyo incondicional que siempre me da, mi hermano, qué grande”.
En ese momento el periodista le entregó el regalo.
--¡Qué detallazo!, le contestó emocionado el jugador.

En La Guajira, platos como el salpicón de chucho, arroz con camarones, iguana guisada con coco y el famoso friche –un plato cocido a base de chivo—no les puede faltar el vinagre.

Dice Sandra Díaz, experta en comida costeña, que el vinagre contiene cebolla morada, ají dulce, rama de cebollín, ajos picados o machacados, pimienta de olor, comino, sal, color, panela, finas hierbas y agua.

El vinagre, desde luego, en cada región, municipio o familia, le dan sus toques personales, en cantidades y en pique.
Para el investigador Diógenes Armando Pino Ávila, oriundo de San Miguel de las Palmas de Tamalameque –donde alguna vez apareció la Llorona loca y que contó el maestro José Barros---en todas las casas hay una botella de vinagre.

“Como una reina en su trono, en las sencillas y modestas mesas de comedor de los pueblos del Caribe Colombiano, sin importar credo, raza, condición humana y económica de las familias, siempre había en el centro de dichas mesas una botella de vinagre casero, vinagre criollo le decían también, su contenido estaba formado básicamente por agua, sal y panela, cebollas picadas en cuadritos, ajo previamente machacado, un poco de pimienta negra molida, ajíes picantes o dulces según el gusto, los demás ingredientes varían de acuerdo con el gusto y las costumbres”,

Cuenta que es una tradición centenaria y que se ha conservador el ritual: “Al sentarse a manteles, después de bendecir los alimentos, la familia esperaba que uno de los mayores, como si fuera un ceremonial, destapara la botella del vinagre y escanciaba en su comida un poco de ello, a partir de ahí, de acuerdo al gusto de los comensales, utilizaban dicho aderezo, principalmente en el sancocho o caldo. En otras casas, la botella la mantenían en la cocina y cuando preparaban los alimentos, había un momento de la preparación donde le agrega el vinagre a los alimentos de acuerdo al gusto de quien cocinaba”.

De todas formas, Luis Díaz no para de dar sorpresas con su forma de ser y de dar a conocer en el mundo aspectos de su cultura guajira. En hora buena.

Fuente: BRPrensa Digital - Guillermo Romero Salamanca

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