Un accidente en 2011 casi le quita la vida “El cariño de la gente es lo que cuenta.

Un accidente en 2011 casi le quita la vida. Hoy, cinco años después, el boyacense quiere dejar una huella en las nuevas generaciones de ciclistas.

Por: Enrique Gamboa Durán

Se corrían los primeros kilómetros de la sexta etapa de la Vuelta a Suiza 2011 y parecía que Mauricio Soler tendría una jornada tranquila y que iba a terminar la fracción sin ningún problema. Pero el destino le tenía preparado otro final, uno inesperado.

Soler, quien había ganado la montaña en el Tour de Francia en 2007 y que era uno de los mejores ciclistas colombianos de ese momento, literalmente salió volando de su bicicleta, se golpeó fuertemente. El diagnóstico, contundente: trauma craneoencefálico severo, fractura de la base del cráneo lado izquierdo, fractura de las costillas números dos a la nueve, fractura compuesta de clavícula y escápula, laceración del riñón izquierdo, fractura compuesta del cuello del pie izquierdo y fractura del malar y temporal del pómulo, también izquierdo. Sí, estuvo al borde de la muerte, pero como todo escarabajo no dejó de luchar.

Estuvo durante cuatro días en coma inducido en un hospital suizo y desde Colombia y, sobre todo en Ramiriquí, Boyacá, su pueblo natal, la gente no dejó de rezar por la vida de uno de los deportistas que más se destacaban en el Viejo Continente. Por eso, cuando volvió al país, meses después de su trágico accidente, en la plaza de su pueblo le alzaron un monumento con herramientas agrícolas elaborado por sus coterráneos.

Han pasado cinco años desde que la vida de Mauricio cambió para siempre. Sufrimiento, llanto y emociones encontradas fueron habituales en las jornadas de recuperación que mantenía junto a sus seres queridos, su esposa Patricia Flórez y su hijo, Juan Mauricio. Hoy, su vida ha retomado el camino del ciclismo. Es el compañero de Víctor Hugo Peña en la coordinación deportiva del equipo Arroz Sonora en el Clásico RCN 2016 y conforman, sin duda, la pareja de entrenadores que se lleva todas las miradas de los aficionados, que no paran de pedirles fotos y autógrafos en cada lugar por donde pasa la caravana de la carrera ciclística.

Esta es una nueva experiencia para Soler, quien recibió la invitación de Víctor Hugo para que lo acompañara en esta nueva aventura y que no dudó en aceptar. Aunque le gusta el nuevo papel en su vida, él sabe que lo primordial sigue siendo su recuperación. “En mi mente siempre está mejorar cada día, es lo que más quiero y para eso trabajo fuertemente. Ya no voy a la clínica, pero trabajo todos los días en mi casa. He tenido una recuperación mínima. Voy lento, pero seguro”, dice Soler, de forma pausada al hablar.

Peña, el único ciclista colombiano en ser líder del Tour de Francia, es la cabeza visible de este nuevo equipo santandereano que nació este año. Pero no muy lejos de él se para Mauricio Soler para también aprender de los conocimientos de su colega. Siempre que tiene una oportunidad de aportar, el boyacense se acerca uno por uno a sus dirigidos para empezar a dejar su propia huella en los ciclistas que sueñan con repetir sus hazañas en las carreteras más importantes de Europa.

“Víctor Hugo es un persona de mucha experiencia, aprendo mucho junto a él. Le tengo que dar las gracias, es mi amigo y agradecerle por esta experiencia que ha sido maravillosa”, dice Soler al ser protagonista por primera vez en una carrera sentado en el carro acompañante y no arriba de la bicicleta. Pero los elogios y las palabras de cariño también vienen por parte de Peña: “Mauricio es una persona extraordinaria. Es un maestro de la bicicleta. Es un placer poder trabajar con él”.

Pero lo que más le ha impresionado al boyacense es el cariño que día a día le demuestra la gente. “Nunca pensé que en lugares tan lejanos a mi tierra se me reconociera tanto. El cariño de la gente es impresionante y eso es lo que realmente cuenta para mí. Me llena de alegría ver a tantos fanáticos del ciclismo, eso me motiva para seguir ayudando al deporte colombiano”.

No hay duda de que la palabra de Mauricio Soler está autorizada para hablar del gran momento que vive el ciclismo colombiano, que encabezan Nairo Quintana y Esteban Chaves, en las grandes vueltas europeas: “Nunca pensé que viviéramos un momento tan bueno como este. Me sorprende que todos los ciclistas que están en Europa tengan tan buenos resultados, no sólo Nairo y Chaves, sino también Darwin Atapuma, Járlinson Pantano y el resto. Me pone muy feliz”.

Ahora, el Clásico RCN irá con destino a Cármen de Bolívar, donde el próximo sábado terminará la edición 56 de esta emblemática carrera del calendario ciclístico nacional. Pero la ruta para Mauricio Soler no se detendrá ahí, su meta es seguir pedaleando es su recuperación para llegar victorioso a su meta personal y seguir de largo en su carrera de vida para dejar huella en las nuevas generaciones y seguir transmitiendo sus experiencias a los jóvenes que sueñan en ser como él.

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